La tecnología influye en la sexualidad y el amor

miércoles, 20 de febrero de 2008


La tecnología influye en la sexualidad y el amor

Los juguetes sexuales de última generación o la pornografía en Internet se están imponiendo, esta última cada vez más potenciada por dispositivos no audiovisuales (hápticos) que permiten el contacto a distancia. Para los más románticos, cada vez hay más bodas virtuales y los robots se muestran como potenciales parejas para toda la vida. La industria del porno ha sido pionera en Internet, donde se ha convertido en un gran negocio.


El Club de Ámsterdam ha analizado este tema en su ciclo de conferencias mensual. Bajo el título El futuro de la sexualidad, los especialistas en antropóloga de la universidad de Amsterdan y la revista on-line Sexerati.com, aportaron sus opiniones.

Avances tecnológicos
Se ha terminado el tabú de la sexualidad en personas mayores, han aparecido nuevas fórmulas de pornografía on-line (como la que posibilita un mundo virtual de interacción social al que se puede acceder por Internet, llamado Second Life.

Por otro lado, han ido aumentando las conexiones que permiten el contacto a distancia, que han transformado la sexualidad, en especial aquéllas que cubren el cuerpo entero. La palabra háptica hace alusión al conjunto de sensaciones no visuales y no auditivas que experimenta un individuo. En este sentido, es curioso el artefacto ideado por el escritor de ciencia ficción Yann Minh: la NooScaphe-X1.

Pero esto ya no es ciencia ficción, sino una realidad que no solo hará posibles las relaciones sexuales a distancia, sino que aumentará su velocidad vertiginosamente, algo que es de agradecer en una sociedad con un ritmo frenético como el nuestro. Esta nueva tecnología (HITS) percibe la información antes de que llegue al consciente, analiza las ondas cerebrales y agiliza y amplía la capacidad de percepción de estímulos.


En EEUU se desarrolla este sistema que se da cuenta de lo que ve una persona tiempo antes de que éste sea consciente de los estímulos visuales que su propio cerebro registra inconscientemente. El sistema analiza imágenes a una velocidad hasta seis veces mayor que la de los sistemas computacionales actuales, utilizando sensores. En esta misma década se iniciarán las pruebas del sistema para comprobar su eficiencia, que será válida no sólo para el sector militar, sino también para el diagnóstico médico o el análisis geoespacial, y parece que también podría ser aplicable al ámbito sexual.


La intención es que los ordenadores se conviertan en procesadores de las ondas cerebrales de los humanos, que registramos información de la que ni siquiera nos damos cuenta, de manera que esa “información inconsciente” pueda convertirse en “visible”.

Estas prestaciones podrían cambiar radicalmente nuestra sexualidad, amplificar nuestras sensaciones amatorias a cotas jamás experimentadas por el ser humano, suena bien… Con capacidades sensoriales más rápidas y exactas, podríamos superar el estrés y la fatiga, convirtiéndonos en auténticas máquinas amatorias.


Pero el Honeywell Image Triage System (HITS), de momento sólo permitirá analizar imágenes a una velocidad seis veces mayor que la de los sistemas computacionales actuales, que registran las señales de la actividad del cerebro humano, aún no transmite sensaciones hápticas o pseudotáctiles.



Amoríos robóticos
Como publica The New York Times, un investigador de inteligencia artificial británico llamado David Levy ha escrito que el amor con robots llegará a ser normal y que, además, mejorará las relaciones sexuales porque con ellos probaremos, aprendiendo cosas que no encontramos en los manuales de sexología.

Además la gente podrá hacerse a medida un amigo para salir, viajar o un compañero sentimental.

FUENTES: Tendencias21.net

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